Waldo Balart | Banes | Cuba | 1931-2025
Waldo Balart, una de las figuras más destacadas del arte abstracto geométrico, creció en el seno de una familia de profesionales y políticos. Su hermana, Mirta Díaz-Balart, estuvo casada con Fidel Castro, lo que lo vinculó desde joven a un entorno político de gran relevancia.
En 1949, se trasladó a La Habana para estudiar Ciencias Económicas en la Universidad de La Habana. Durante este período, además de sus estudios, trabajó y participó activamente en la política, conviviendo con sus hermanos y los futuros líderes cubanos Fidel y Raúl Castro.
Tras obtener su diploma, en 1955 inició un posgrado en Ciencias Políticas y Económicas en la Universidad de Santo Tomás de Villanueva en La Habana. En 1957, comenzó a trabajar como contable en el gobierno de Fulgencio Batista.
En 1959, Balart decidió mudarse a Nueva York, donde se sumergió en el vibrante mundo artístico de la ciudad. Entre 1959 y 1962, estudió arte en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), lo que marcó el inicio de su carrera artística.
Durante su estancia en Nueva York, estableció conexiones con destacados artistas del momento, incluyendo a Andy Warhol. Participó en dos de las películas de Warhol: “La vida de Juanita Castro” (1965) y “Los amores de Ondine” (1968), lo que evidencia su versatilidad y disposición para explorar diferentes medios artísticos.
A partir de 1967, Balart comenzó a impartir conferencias en diversos centros culturales y universidades en Estados Unidos, Polonia, España, Alemania y Holanda, compartiendo su visión y conocimientos sobre el arte concreto.
Su obra se caracteriza por una exploración meticulosa de la luz y el color, desarrollando un “orden axiomático” en el que cada número del 1 al 8 representa un color del espectro lumínico. Este enfoque le permitió crear composiciones de una precisión y belleza singulares, consolidándose como una figura central en el arte concreto.
En 1972, Balart se trasladó a Madrid, España, para trabajar junto a su hermano, Carlos Balart, un destacado artista visual y diseñador. Durante su estancia en la ciudad, Waldo participó en la escena artística, realizando una exposición individual en el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid. Además, se integró en la segunda generación de artistas constructivistas de la ciudad.
Carlos Balart, por su parte, fue una figura clave en el arte cubano contemporáneo y jugó un papel fundamental en el desarrollo artístico de su hermano, quien aprovechó el entorno creativo de España para expandir su obra.
A lo largo de su carrera, Balart realizó más de cincuenta exposiciones individuales y participó en más de 150 colectivas en Europa, América del Norte y América del Sur. Su obra ha sido exhibida en países como Países Bajos, Bélgica, Polonia, Francia, Alemania, España, Austria y Estados Unidos, entre otros.
En una reciente entrevista, Balart ha afirmado: “Estoy convencido de que la vida y la geometría van unidas. No es solo un asunto de catetos e hipotenusas, sino de la integración de ese espíritu en la vida”. Esta perspectiva refleja su profunda conexión entre la estética geométrica y la experiencia humana.
Su legado perdurará en las numerosas obras que dejó y en la influencia que ejerció sobre generaciones de artistas. Waldo Balart no solo contribuyó al desarrollo del arte geométrico, sino que también llevó consigo una parte esencial de la historia cultural cubana. Su vida y obra son testimonio de una dedicación inquebrantable al arte y a la búsqueda de la belleza a través de la forma y el color.