12/4 – 10/9 2018
Igallery galería de arte | Palma | España
“Hacia 2002 comencé a trabajar en la serie que denominé Marginalidad y desplazamientos: bandas negras realizadas sobre fondo blanco, que fueron mis primeras obras en esta restringida gama. Las bandas se adhieren al perímetro de la tela, pero ocasionalmente se fraccionan, reapareciendo en el costado de la tela. Lo cual, como se observará, es una manera de sintetizar mi vieja aspiración a que la pintura sea leída en su totalidad objetual. Más de cuarenta años atrás, cuando vaciaba la superficie frontal del cuadro, obligaba al espectador a buscar ‘lo pintado’ sólo en los cantos, o sea los costados provistos por el bastidor. Ahora hay una imagen frontal –mínima—pero el espectador(a) que venza el hábito convencional de mirar la pintura de frente, es recompensado porque ha de obtener “más”: lo pintado en los cantos amplía la imagen, la completa. Es lo que llamo “la visión integral de la pintura.” Durante más de una década restringí mi gama de colores al amarillo, rojo, blanco y negro, una gama de antiguo linaje que Plinio el Viejo, en su Historia Natural atribuía a los griegos y aunque sabemos que éstos utilizaban otros pigmentos, se piensa que Plinio estaba tratando de establecer una correlación de índole metafísica de estos colores “primarios” con los cuatro elementos aristotélicos, tierra, aire, fuego, agua. Si entonces me interesaba subrayar la resonancia simbólica e histórica de esta restringida gama de color, en los dos últimos años me he vuelto receptivo a otros pigmentos, precisamente para ampliar el registro de las tensiones lineales de las bandas –tonos de ocre, rojo oscuro, azul—que demarcan los espacios asimétricos de mis pinturas”.
César Paternosto