Curator | Tania Aedo
Galería RGR | Ciudad de México
Convergencias es un proyecto de exhibición inédito entre los artistas Elias Crespin (Venezuela, 1965) y Felipe Pantone (Argentina, 1986). La exhibición reúne 20 obras, incluyendo dos piezas realizadas especialmente por ambos artistas para esta exposición.
Este proyecto surge del interés en profundizar en las relaciones que existen entre el tiempo, el movimiento y la tecnología. Según la curadora, la exposición se vuelve una perturbación, la cual es perceptible al ojo humano como una sutil colisión de elementos propios de la obra de cada artista: los gradientes de color y una paleta muy contrastada —constantes en la obra de Pantone— y la precisa coreografía indicada por la programación de motores, propia de la obra de Crespin. El resultado es un lenguaje que se mueve entre la tecnología y las bellas artes, como un glitch dentro de la historia del arte.
Elias Crespin (Caracas, 1965)
Su formación en ingeniería en informática es imprescindible para el desarrollo de su trabajo, en el cual se combinan dos universos: el arte y la programación. El encuentro con la obra de Jesús Rafael Soto, lo llevó a descubrir la potencialidad de la abstracción como una forma de representación matemática. Su primer obra, “Malla electrocinética I” (2004), es el resultado de un proceso de reflexión sobre la matemática del movimiento. Al utilizar motores controlados por un software personalizado, consigue animar módulos geométricos cuya metamorfosis cinética alude tanto a la danza como al análisis matemático.
En 2018, Crespin fue comisionado por el Museo del Louvre, para el cual desarrolló “L’Onde du Midi” (2020), una escultura móvil a gran escala en la cual 128 cilindros de metal penden de cables de nailon conectados a motores programados que generan movimiento de manera algorítmica. Las ondulaciones y transformaciones de la pieza crean una coreografía cuyo motivo son las líneas y planos de la arquitectura del museo, materializando la abstracción de las continuidades formales entre la obra y el espacio. La investigación de Crespin concierne al tiempo, la forma y el movimiento; no como elementos cinéticos atados a la estética, sino como elementos matemáticos vinculados al análisis y a la programación.
Sus obras han sido expuestas en varias exposiciones internacionales individuales y colectivas entre las que destacan, la Exposición Internacional en Astana; la XIII Bienal de Cuenca; la Bienal de Busan Corea en; el Grand Palais; la Maison de l’Amérique Latine; el Musée de la Musique de París; el Musee de Louvre; la Fondation Boghossian; la Verrière Hermès de Bruselas; The Museum of Fine Arts, Houston (MFAH); y el Ullens center for contemporary art en Beijing.
Elias Crespin vive y trabaja en París, Francia.
Felipe Pantone (Buenos Aires, 1986)
Comenzó su práctica desde que era un adolescente, haciendo pintas en Torrevieja, al sur de España. La caligrafía y la tipografía, enfoque fundamental del grafiti, fueron la plataforma desde donde el artista emprendió el desarrollo de un lenguaje visual abstracto o geométrico que pretende ser tanto accesible como democrático, de forma paralela al discurso tecnológico actual. Su trabajo mantiene una conexión histórica con los medios de producción actuales y con los referentes visuales de la sociedad hiperconectada y digitalizada. Su obra es una meditación sobre las formas en que consumimos información visual en los tiempos actuales.
La abstracción, en principio utilizada como marca estilística, se vierte hacia los referentes propios de un presente repleto de infografías, gráficas, estadísticas y representaciones visuales de datos que sintetizan realidades en formatos rápidamente asequibles. Con ello, Pantone reflexiona sobre los alcances de la revolución digital y de la comunicación global en la constitución del sujeto contemporáneo. En este dinámico y acelerado mundo de producción industrial con luz, color y experiencias visuales antes imposibles, Pantone reconoce combinaciones cromáticas —como el “glitch” o falla tecnológica— como experiencias visuales que están vinculadas a la cultura contemporánea. El resultado es un lenguaje que se mueve entre la tecnología y las bellas artes, llevado a diversas aplicaciones.
Entre sus instalaciones públicas más destacadas se encuentran los murales comisionados por el Palais de Tokyo de París, Francia, el mosaico de la Universidad Politécnica de Valencia, España, los murales en dos edificios del Tecnológico de Monterrey, México, el mural “Optichromie” de la Albright-Knox Art Gallery de Búfalo, EUA y el mural “300,000 Km/s” en la avenida Faria Lima de São Paulo, Brasil.
Felipe Pantone vive y trabaja en Valencia, España.