La inauguración en París de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo FIAC, reúne este año en el Grand Palais a más de 200 galerías de arte moderno y contemporáneo. Fundada en París en 1974, en esta feria están representados todos los medios: pintura, escultura, fotografía, instalaciones, videos, performances y artes digitales. Dentro de las múltiples actividades programadas para este gran evento, encontramos la FIAC Beyond the Walls, una cartografía de instalaciones en los lugares públicos más emblemáticos de París: en los Jardines de las Tullerías, en la Place Vendome, en la Place de la Concorde y en el Museo Nacional Eugene Delacroix. En la conocida Place de la Concorde, la galería Philippe Gravier presenta: Environnement de Transchromie Circulaire de Carlos Cruz-Diez (1923-2019).
El artista trabajó en el diseño de esta obra en 2017, partiendo de una concepción singular de la abstracción, iniciada en 1965 cuando desarrolló su primer “Proyecto para un entorno de color sustractivo”. Se trata de una obra interactiva, que permite al observador intervenir y percibir las variaciones cromáticas que provocan variadas combinaciones de colores que se originan a partir de la superposición de paneles de vidrio transparentes de colores sustractivos, siendo modificados por el desplazamiento de la persona, por la intensidad de la luz y los otros colores del ambiente. Las láminas de vidrio de colores, debido a su transparencia, propician la contemplación del entorno modificado por el fenómeno de la substracción. Esta obra, incluyendo su fabricación e instalación, fue realizada por el equipo del Atelier Cruz-Diez Paris, dirigido por Carlos Cruz-Diez Jr., como parte de los proyectos de integración a la arquitectura y a los espacios urbanos de la obra del artista.
A propósito del concepto de Transchromie, me remitiré a la conversación que sostuve en abril de este año con el maestro Cruz-Diez. En esa oportunidad el artista me comentó: “Comencé a trabajar en 1965 la idea de la Transchromie, desde entonces he realizado una variedad de obras que ponen de manifiesto la condición sustractiva del color. Cuando miramos a través de los vidrios transparentes de colores, notamos que las tonalidades de personas y objetos del entorno se transforman con gamas menos luminosas que las originales debido a que estamos restando o sustrayendo la luz. Mis ambientaciones cromáticas ayudan a que la persona recree la realidad de su entorno al abordar el fenómeno del color sin significados preestablecidos y sin anécdotas.
El concepto o punto de partida de mis obras, es el carácter sustantivo del color. El color tiene un valor intrínseco que le permite afirmarse a sí mismo mediante sus comportamientos y ambivalencias”. En ésta Transchromie en particular, el espectador decide el trayecto circular a seguir y los colores que desea combinar, transfigurando la luz y el entorno, estableciendo un diálogo dinámico con la obra. Arnauld Pierre en À travers la couleur, refiriéndose a las Transchromies del artista, expresa: “Cruz-Diez establece nuevas modalidades de la percepción del color, provocando una experiencia corporal más completa a través de la percepción absolutamente única y contingente de cada espectador físicamente involucrado en la duración de su propia experiencia”.
En 1960, al establecer su taller en París, sus propuestas se sumaron a las tendencias de la Abstracción Geométrica y a la corriente Cinética en pleno desarrollo en ese momento. Sus investigaciones sobre la luz y el fenómeno cromático, sus reflexiones y hallazgos hicieron que su nombre se asociara al de otras grandes figuras del arte contemporáneo, siendo considerado uno de los más destacados pensadores del color del siglo XX, sus obras forman parte de las colecciones de los más importantes museos del mundo. Aun después de su partida este año, Cruz-Diez continúa asombrando multitudes.