28/2 – 27/4 2025
Curator | Alfonso de la Torre
Museo Francisco Sobrino | Guadalajara | España
La exposición presentada por Pedro García-Ramos recoge una serie de trabajos que exploran la interacción entre el espacio, la forma y la percepción visual, frutos de su investigación y reflexión durante los últimos años. En esta muestra se combinan elementos de su trayectoria artística más reciente, revelando una evolución constante en su enfoque hacia la abstracción geométrica, especialmente en lo que respecta a la modularidad y la expansión de los elementos formales.
Uno de los ejes principales de la exposición se centra en la reflexión sobre las relaciones espaciales, en especial en torno a los conceptos de centro y periferia. Este planteamiento se articula a través de varias series, entre ellas Los frisos de Elena, una serie de dibujos y collages donde se abordan las tensiones entre el espacio interior y exterior, la expansión de formas dentro de un plano y la idea de crecimiento secuencial. La influencia de artistas como Elena Asins es evidente en estos trabajos, que buscan generar espacios entre las formas, enfatizando la relación entre la figura y el vacío, entre lo que está presente y lo que falta.
A lo largo de la exposición, García-Ramos demuestra cómo estos principios no solo se aplican a los dibujos, sino también a sus piezas tridimensionales, como Formas Polivalentes, que muestran la capacidad de las formas para combinarse y generar nuevas configuraciones. Estas piezas invitan a una interacción constante, tanto a nivel visual como conceptual, pues las combinaciones posibles se expanden en direcciones imprevistas, manteniendo la independencia de cada unidad, mientras construyen una unidad mayor.
Otro de los aspectos destacados de la muestra es la incorporación de obras en diferentes fases de desarrollo. García-Ramos presenta no solo las piezas ya concluidas, sino también bocetos y proyectos a escala, lo que permite al espectador ser testigo de la evolución de su proceso creativo. Este enfoque expone la obra como un campo abierto a la experimentación y al crecimiento, donde lo aleatorio y lo sistemático coexisten en un mismo plano. El proyecto más ambicioso, Friso Centrífugo, refleja esta concepción de la obra como un organismo vivo que crece y se adapta a nuevos límites, manteniendo una coherencia interna que permite que cada pieza, aunque independiente, se relacione con las demás.
La exposición no solo presenta obras finalizadas, sino que invita a reflexionar sobre el proceso creativo en sí mismo, sobre las múltiples formas que puede adoptar la geometría en sus diversas manifestaciones y sobre la capacidad del arte para generar nuevos espacios, tanto físicos como conceptuales. La obra de García-Ramos es una propuesta de continuidad, expansión y transformación, donde la forma se convierte en una herramienta para explorar el espacio y las relaciones entre las partes que lo componen.