14/2 – 25/4 2019 | Galeria Marc Domènech | Barcelona
7/5 – 19/7 2019 | Galería Guillermo de Osma | Madrid
La exposición presenta una extensa recopilación de su producción artística de los años 20. Es la primera exposición individual realizada en España de su obra. Tutundjian sigue siendo uno de los artistas más enigmáticos de la vanguardia europea. Las Galerías Marc Domènech y Guillermo de Osma presentan una exposición de la obra de Léon Tutundjian (Amasia, 1905 – París, 1968) en la que se muestran más de una cuarentena de piezas entre pinturas, relieves, collages, acuarelas y dibujos realizados entre 1924 y 1929. Se trata de la primera exposición individual dedicada a Tutundjian en España y se centra en una de las épocas más importantes y fructíferas del artista.
Léon Tutundjian fue una de las figuras artísticas más destacadas del París de entreguerras. De hecho, fue uno de los artistas más relevantes en la consolidación de un particular modelo de arte abstracto, geométrico y orgánico al mismo tiempo, y su obra fue admirada por muchos de sus contemporáneos durante los trascendentales años 20 y 30. Un buen testimonio de ello es la carta que Jean Hélion le escribió en 1958: “Aún recuerdo cuando nos conocimos, allá por 1929 y lo extraordinariamente avanzado que eras respecto de los de nuestra generación, tanto en tu mentalidad como en tus obras. Has impresionado e influido a más de un artista hoy bien conocido, como Calder, por ejemplo, que sentía una admiración enorme por ti (…). Van Doesburg hablaba de ti con las palabras más elogiosas (…). Carlsund y muchos otros, a raíz de tu exposición de 1929 en la Galerie Bonaparte, te consideraban un maestro. A Herbin le gustabas particularmente.”
La exposición se centra en uno de los períodos más notables de su producción artística. Entre la segunda mitad de los años 20 y el inicio de los 30, Tutundjian realizó muchas de sus obras más bellas e importantes. Se dedicó intensamente a hacer obra sobre papel en la que predominan los motivos lineales generalmente sobre fondos vaporizados, con motivos biomórficos, a veces dejándose llevar por el automatismo, otros manteniéndose en un terreno absolutamente geométrico. Tal y como lo expresa Juan Manuel Bonet en el texto del catálogo: Léon Tutundjian, circa 1960 Sans titre, 1926 “Tutundjian hace bailar las líneas (…). Y así llega a su gran momento en este campo, momento en que combina magistralmente el geométrico y el lírico, con un idioma que a veces hace pensar en Klee (…) o en Kandinski (…).
Son papeles enigmáticos, silenciosos, de aliento cósmico. ” Merecen especial atención los pocos relieves que han sobrevivido hasta nuestros días, de los que se pueden ver dos importantes ejemplos en la muestra. Son probablemente la contribución más relevante que Tutundjian realizó.
La combinación entre collage y object trouvé; los fondos pintados de un frío gris simulando una pared de cemento; la combinación de la madera con el metal; el frágil equilibrio entre peso y contrapeso, la recta y la curva, el círculo y el cuadrado; una sutil sensación de movimiento congelado; todo ello, convierte estas obras en unos magníficos ejemplares de esculto-pintura que se hermanan directamente con las obras ‘construidas’ por contemporáneos suyos como Tatlin, Rodchenko, Moholy-Nagy, y también Domela, Calder o Miró. Tutundjian nació en 1905, en pleno Imperio Otomano, en la ciudad de Amasia (ahora Turquía) en el seno de una familia armenia. Su padre falleció cuando él tenía 10 años. Después de sobrevivir al exterminio armenio y de realizar sus primeros estudios en Estambul, su madre, dadas las penurias económicas en las que se vio arrastrada, consiguió embarcarlo en 1921-22 solo en un barco lleno de niños huérfanos armenios rumbo a Grecia y posteriormente a Venecia. Léon, finalmente llegó a París el 1923-24 y enseguida conectó con la vanguardia del momento. Participó en 1929 en la importante exposición internacional ESAC (Expositions selectes d’art contemporain), fue miembro de los grupos Art Concret (1930) y AbstractionCréation (1931) y su obra fue expuesta en varias galerías de París y en muchos de los Salones que se celebraban durante aquellos años. Su obra estuvo siempre ligada a la geometría, excepto durante los años 40 y 50 en los que se acercó al mundo surrealista. Léon Tutundjian, fue un hombre exigente, temperamental, poco sociable, pero con un firme espíritu de innovación. Su relación con el mercado del arte no fue nunca fácil y pese a estar conectado con las élites artísticas de la época y pertenecer, como hemos visto, a algunos de los grupos vanguardistas más destacables del momento, nunca pudo ver como su obra recibía el reconocimiento que merecía. Precisamente por este motivo todavía permanece uno de los artistas más misteriosos y enigmáticos de la vanguardia parisina. El hecho de que a día de hoy todavía persistan muchas lagunas biográficas no hace más que aumentar el misterio de su vida a la vez que nos anima a recuperar su original y particular producción artística para ponerla de nuevo en el centro de los debates sobre una época de la que todavía hay mucho que aprender y entender. La exposición se ha realizado con la colaboración de la Fondation Léon Tutundjian (París) y con la Galería Guillermo de Osma de Madrid, lugar donde viajará una vez finalice su estancia en Barcelona. Con motivo de esta exposición se ha editado un catálogo trilingüe (catalán / castellano / inglés) acompañado de un ensayo escrito por Juan Manuel Bonet.