4/10/18 – 30/11/18
Instituto Cervantes de Bucarest | România
Paco de la Torre, Dis Berlin, Gonzalo Elvira,
Damian Flores Llanos, Marcelo Fuentes, García-Alix, Elena Goñi, Fernando Martín Godoy, Ángel Mateo Charris, Joël Mestre, Roberto Mollá, Guillermo Peñalver Fernandez, Chema Peralta, Jorge Tarazona, Teresa Tomás, Nelo Vinuesa, Juan Cuéllar
Produced by Ministerio de Educación, Cultura y Deporte
Exposición colectiva que muestra obras de diecisiete artistas españoles, seleccionados por los comisarios Juan Cuéllar y Roberto Mollá.
El hilo conductor es la representación de la arquitectura. Los arquitectos pintan y los pintores construyen. Recorren un mismo camino y se miran, como corredores, siempre de reojo. Como fondo o como figura, como contexto o como elemento simbólico, la arquitectura ha vertebrado y articulado el espacio pictórico desde Giotto hasta nuestros días. Un espacio que no es realista ni abstracto sino más bien un lugar alternativo donde armar imágenes mentales, un escenario en el que, como dijo Magritte, “la inteligencia de la exactitud no impide el placer de la inexactitud”.
La arquitectura, el dibujo, el urbanismo y la pintura recorren un mismo camino mirándose, como corredores de fondo, siempre de reojo. Si la arquitectura moderna fue absolutamente permeable a la pintura de las primeras vanguardias, la pintura ha convertido la estructura, el orden compositivo y la geometría implícita de la arquitectura en un escenario que es al mismo tiempo generador y soporte de ideas. La arquitectura, el dibujo, el urbanismo y la pintura recorren un mismo camino mirándose, como corredores de fondo, siempre de reojo. Si la arquitectura moderna fue absolutamente permeable a la pintura de las primeras vanguardias, la pintura ha convertido la estructura, el orden compositivo y la geometría implícita de la arquitectura en un escenario que es al mismo tiempo generador y soporte de ideas. Son muchos los artistas españoles que, a contracorriente de un estilo contemporáneo perfectamente institucionalizado y asimilado, han mantenido su compromiso con la pintura y con el cuadro, reivindicando, incluso con hastío de tantas veces como tienen que hacerlo, la superficie pictórica como espacio de absoluta libertad, como máquina para pensar idónea y como soporte adecuado para realizar lo que, en su independencia, han concebido. Y muchos de ellos, especialmente los pertenecientes a la Figuración Postconceptual o próximos a ella, se sirven habitualmente de la pintura de arquitecturas como armazón, objeto o escenario de sus ideas. Los artistas seleccionados en esta exposición construyen su poética y dibujan su perfil a través de la visión de sus ciudades, de viajes reales o imaginados y de la relación del individuo con su entorno urbano.